La búsqueda de la espiritualidad es una megatendencia de nuestra era.
¿Qué significa ser espiritual o querer uno más espíritu en su vida? No es fácil convenir una definición exacta de espiritualidad, pero empieza naturalmente, con el deseo de ponerte en contacto directo con Dios, con la divinidad, con lo trascendental.
Dicho lo anterior, Permítame nombrar cinco elementos clave que, en mi opinión, describen más justamente lo espiritual:
1) El significado o propósito de la vida
2) La compasión y autocompasión
3) La conciencia
4) El servicio al mundo
5) La felicidad.
Podemos vivir nuestras inclinaciones espirituales en el mundo material sentir compasión por un amigo o nuestro cuerpo, pero el origen de nuestra inspiración está en el dominio invisible del espíritu.
Los tesoros terrenales que todos anhelamos y disfrutamos en el mundo de las realidades-- dinero, buen empleo ropa hermosa, un cónyuge ideal, el diploma celebre de alguna universidad, una bella casa no figuran en la lista de lo espiritual, sin embargo también son legítimas si se filtran adecuadamente por el desapego.
Espiritual implica la sencillez, la humildad y una convicción de paz interior, todo ello en vías de una autorrealización y de ser felices. Disfrutar, como diría la abuela, de lo que no se compra con dinero.
Millones de personas han atraído el espíritu a su vida mediante una manera distinta de acercarse a su parte esencial. Lo hacen a través del desarrollo personal, una relación distinta y profunda con su religión, la meditación, la oración o el yoga. La idea es involucrar menos a la mente y más al corazón para vivir de manera congruente con los principios y valores que se pregonan.
La búsqueda de la espiritualidad está modificando las actividades humanas, las prioridades, el ocio y los patrones de gastos.
Algunas personas practican yoga, tai Chi o meditan como una manera de aliviar tensiones o hacen ejercicio. Sin duda que esto es positivo, pero esto va mucho más allá que una práctica de relajación mental o flexibilización física, toda vez que los practicantes están conectando con el espíritu, y lo ideal es que acrecienten su atención para vivir en conciencia estas experiencias.
La espiritualidad es hoy por hoy una relevante megatendencia, pero ¿a dónde nos lleva? ¿Cuál es el futuro de nuestro interés predominante en todas las cosas del espíritu? Para descubrir la respuesta requerimos resolver en primera instancia el mal entendido que generalmente se formula sobre la senda espiritual.
A medida que nos conectamos con nuestra esencia, nos llenamos de espíritu, echamos por la borda un exceso de viejo equipaje emocional, hallamos la paz, descubrimos una nueva voz interior, y esto atrae un buen acopio de energía.
El poder del espíritu incorporado en personas como cualquiera de nosotros trasciende a las organizaciones, incluso a las empresas.
Al poseer cuerpo, alma y espíritu, somos seres tripartitos. Por lo tanto, al transpolar estas cualidades al mundo empresarial, podemos inferir que la empresa también es un ente tripartito. En el cuerpo encontramos los diferentes sentidos que nos permiten percibir y comunicarnos con el entorno; con el alma ubicamos los pensamientos, las emociones y la voluntad. Es en el espíritu en donde reside la trascendencia como medio para comunicarnos con nuestro ser superior, igualmente “donde se cimientan los principios, valores y virtudes como grandes constructores del carácter y pautas para la definición de una vida con propósito” (España y Cortázar, 2016, p. 163).
Con esto en la empresa comienza a germinar una nueva manera de considerar el interés de todos los involucrados denominado “Capitalismo Consciente”