Cuando uno o varios elementos de una misma familia, relacionados unos con otros consanguíneamente hasta el tercer grado, son propietarios mayoritarios de una unidad económica, sea esta comercial, industrial o de servicios, situación que le permita decidir quien la dirige, estamos en presencia de una empresa familiar.
Utilizamos los términos negocio familiar o empresa familiar como sinónimos, lo cual es una circunstancia intencionada, toda vez que los términos negocio y empresa, en el caso concreto de las familias que deciden emprender un proyecto empresarial, lo hacen a través de un acuerdo interno que provendría de una “negociación”, es decir, “lo que internamente se acordó”, configurándose progresivamente en una estructura con una finalidad lucrativa tendiente a su maduración, lo cual la perfecciona como “empresa” lo que “se entiende”. Por ello, si nos referimos a empresa o negocio familiares estaremos asimilándolos.
La naturaleza de empresas familiar no tiene nada que ver con el tamaño, capacidad o infraestructura tecnológica del negocio. Tiene que ver con propiedad y control familiar. Al menos el 89% de todos los negocios del mundo son familiares y dentro de esa categoría se encuentran empresas de todos los tamaños como Televisa, Grupo Carso, Ford, Bimbo, pasando por infinidad de agencias de Automóviles, fabricas, comercios hasta posiblemente el minisuper del barrio o el taller mecánico donde cualquiera de nosotros acudimos a reparar el automóvil. Asimismo, como analizaremos más adelante, son incluyentes y no excluyentes los términos de empresa familiar y empresa institucional, ya que la institucionalización se relaciona con el establecimiento de roles y reglas claras que faciliten la continuidad a través de generaciones y no necesariamente implica desfamiliarización.
Asimismo, la integración de una empresa familiar es constituyente de un sistema diferente al de la familia de origen, con sus propias configuraciones y características, con las influencias de la familia al través del perfil de la unidad familiar, que a la vez interactúa y a la vez se manifiesta de manera independiente.
Resulta importante insistir en el aspecto, puesto que resulta peligroso el presentar un sistema familiar funcionando como negocio ya que los sistemas funcionan a través de límites, y en este caso limites permeables al tratarse de sistemas abiertos. Sin embargo, existirá una fricción en la delimitación si partimos de premisas similares en ambos casos, lo procedente es mantener un foco atencional cuando se trate específicamente de cada círculo.
La empresa familiar, en este contexto, también permea en diversas formas la configuración de las unidades familiares, es decir, suele funcionar a través de límites entre la unidad familiar y la propia empresa.