Enfoque sistémico e influencias transgeneracionales.
Con el propósito de mantener la visión realmente integral u holista, nos permitimos contemplar en la plataforma del enfoque sistémico que se compone de la alineación del eje yo-nosotros-ello (Individuo-familia-persona) un vector o línea de exploración vertical que corre por la vía transgeneracional, es decir que parte desde nuestros ancestros hasta nuestros días, con lo que el espectro de la información disponible se incrementa sustancialmente.
Las influencias transgeneracionales implican que nuestra existencia actual está regida por una serie de condicionamientos o sesgos que se han heredado de manera inconsciente por generaciones pasadas y que son determinantes en nuestro esquema de toma de decisiones actuales.
Una metodología propuesta para la exploración de estas líneas transgeneracionales proviene de las denominadas constelaciones familiares desarrolladas por el psicólogo y filósofo alemán Bert Hellinger, las cuales implican contemplar y aceptar como una fuente de información, manifestaciones dinámicas teatrales que desde la perspectiva científica no han sido clarificadas del todo, pero que, dada su utilidad para confrontarnos con nuestro presente, podemos entender como la exploración de un área del inconsciente que se conecta con un campo colectivo, el cual conserva un recuerdo de los patrones que nos marcan en su sentido transgeneracional, de tal forma que producen efectos en nuestra conducta y nuestra salud y que pueden ser condicionados a través de una especie de trance que permite la retroalimentación de dichos recuerdos.
La aceptación de este camino no se ha encontrado exenta de obstáculos, de hecho, formalmente no es considerada como parte del espectro de información que se integra al enfoque sistémico. Se ha cuestionado como una pseudociencia, no obstante, quienes conocen y han participado de las dinámicas que las caracterizan, dan cuenta de su asombrosa precisión en el descubrimiento de patrones familiares inconscientes, permitiéndoles develarlos ante sí mismos y modificarlos cuando así resulta conveniente.
En lo personal, comparto ese estado de asombro. He participado en dinámicas de constelaciones familiares, tanto como sujeto implicado y también como parte del equipo y apoyo. Los resultados han sido muy útiles y satisfactorios, pese a no reconocer la forma en que se manifiesta la información a través de las dinámicas. Las dinámicas de las constelaciones familiares llevadas al seno empresarial son denominadas “soluciones sistémicas para las organizaciones,” aun cuando sus principios, desarrollo y resultados son muy similares a las constelaciones, ajustando al contexto.
Personalmente en el año 2010 participé en un taller de una práctica que se llama “metagenealogía”, técnica creada por Alejandro Jodorowsky el ilustre artista y filósofo chileno. En este caso el taller fue impartido por su expareja Marianne Costa y consistió en llevar a cabo una constelación familiar basada en un genograma y con una libre interpretación de cierta información presente en fechas, patrones, nombres, profesiones etcétera. Se trata de relacionar la distinta información, tanto la disponible como la que se presenta, de forma decantada y dinámica, sin reglas aparentemente lógicas.
Ocurrencias o verdades aparte, al realizar un ejercicio, me di cuenta de la influencia que mi abuelo materno tuvo y sigue teniendo en la familia y en mí mismo, aun cuando tiene más de setenta años de fallecido. Estas influencias redundan en patrones de protección, creencias, transferencias y contratransferencias, de tal forma que, al menos en parte, en mi dinámica conductual, tomé el lugar de padre de mi madre y su hermana, así como en el ideal sentimental de una tía, y todo ello enmarcado en un deber ser artificial en características, valores y conductas que el abuelo se dice haber tenido, pero que, en realidad, solo provenía de una fantasía familiar.
En el contexto de una empresa familiar, me parece relevante el reconocimiento de ambos vectores, independientemente de sus consideraciones formales: los dos proporcionan información contextual que definen un marco de referencia. Por otro lado, vemos totalidades; por el otro patrones inconscientes. Bien se dice que la información es poder; en este caso, el enfoque integral de sistemas nos permite obtenerla de manera amplia e inagotable, siempre en favor de establecer hipótesis sin juicios que nos apoyen como una línea de referencia.